
Si alguna vez se preguntaron por qué abunda tanto malware y virus por aquí y por allá, la respuesta es muy simple: crear malware paga, y paga bien.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha presentado cargos contra siete individuos en Rusia y Estonia por conspiración, fraude en línea e intromisión en computadoras, acusándolos de introducir malware
a más de cuatro millones de computadoras en todo el mundo, todo ello
para dirigir las víctimas hacia publicidad de clientes de dichos cibercriminales.
El sistema funcionaba de esta manera: los hackers usaban su malware
para infectar las computadoras de las víctimas, cambiando los ajustes
de conexión a Internet dentro de estos dispositivos y creando así una
red DNS que dirigía los clics de los infectados a los sitios de los
anunciantes. Además, el malware reemplazaba los avisos legítimos de las páginas Web con avisos de los anunciantes.
Por este “trabajito”, los cibercriminales habrían recibido 14 millones de dólares, de acuerdo a una acusación presentada por la Oficina de los Fiscales de los Estados Unidos en New York.
El malware también reemplazaba los anuncios por
anuncios de los clientes. Asimismo, dicho aplicación maliciosa bloqueaba
las actualizaciones automáticas de los antivirus instalados en las computadoras de las víctimas y las dejaba vulnerables a otros ataques de malware. Entre las millones de computadoras infectadas, se encontraba una de la propia NASA, que fue donde se detectó el malware por primera vez. La NASA colaboró con el Departamento de Justicia para proceder con las investigaciones y así saber el origen de dichos ataques.
Seis de los acusados se encuentran en custodia en estos momentos, mientras que el sétimo reside en Estonia y se encuentra libre. Según las investigaciones, el grupo de hackers se habría dedicado a esta actividad de secuestro de tráfico Web (conocida como “clickjaking“) desde el 2007.